Chistes Gracioso de Suegra

Chistes Gracioso de Suegra

Q: ¿Qué es lo peor que un médico de urgencias te puede decir después de admitir a tu suegra?

A: Señor, hemos sido capaz de salvarla!

Q: ¿Cuál es el peso ideal para una suegra?

A: Sobre 2,3 libras, incluyendo la urna.

El reloj se cayó de la pared. Si se trataba de un minuto antes, hubiera golpeado mi suegra. Ese reloj siempre fue lento!

Dos hombres estaban conversando. Le dice a su compañero: "Mi suegra es un ángel." Su amigo le responde: "Tienes suerte. La mia todavía está viva."

Un hombre lleva a su perro al veterinario y le dice: "¿Podrías cortarle la cola a mi perro?" El veterinario examina la cola y dice: "No hay nada malo en la cola. ¿Por qué quieres hacer esto?" El hombre responde: "Mi suegra viene a visitarnos, y yo no quiero nada en la casa que le haga creer que es bienvenida!"

Un paciente dice: "Doctor, anoche hice un lapsus freudiano. Estaba cenando con mi suegra, y yo quería decir:" ¿Podría pasarme la mantequilla? "" Pero en lugar de eso dijo: "vaca tonta, que han arruinado completamente mi vida. "

En la reunión de la tercera edad, una pareja estaba celebrando su 50 Aniversario. El marido se puso de pie y fue contar la historia de sus hábitos de citas en su juventud. Parecía que cada vez que trajo a casa una niña para reunirse con su madre, su madre no le gustaba. Así que, finalmente, comenzó a buscar hasta que encontró a una chica que no sólo se parecía a su madre y actuó como su madre, que incluso sonaba como su madre. Entonces llevó a su casa una noche para cenar, y su padre no le gustaba ella.

George se fue de vacaciones al Medio Oriente, con la mayor parte de su familia, incluyendo a su suegra. Durante sus vacaciones, y mientras visitaban Jerusalén, la suegra de George murió. Con el certificado de defunción en la mano, George fue a la oficina del Consulado Americano para hacer los arreglos para enviar el cuerpo de regreso a los Estados Unidos para la sepultura. El cónsul, después de enterarse de la muerte de la suegra, dijo a George: "Mi amigo, el envío de un cuerpo de vuelta a los Estados Unidos para el entierro es muy, muy caro. Podría costar tanto como $ 5000 dólares." Continuó el cónsul: "En la mayoría de estos casos, la persona responsable de los restos normalmente decide enterrar el cuerpo aquí. Esto sólo costaría $ 150 dólares." George piensa por algún tiempo, y le responde al Cónsul, "No me importa cuánto costará para enviar el cuerpo de nuevo. Eso es lo que quiero hacer." El cónsul, después de oír esto, dice, "Usted debe haber amado a su suegra mucho, teniendo en cuenta la diferencia de precio entre $ 5.000 y $ 150 dólares." "No, no es eso", dice George. "Usted ve, yo sé de un caso hace muchos, muchos años de una persona que fue enterrada aquí, en Jerusalén, y al tercer día resucitó. Consecuentemente, no quiero correr ese riesgo!"